Las secuelas físicas van a depender del tipo de intervención realizada (cirugía conservadora – cirugía radical) y por tanto la generalización es muy difícil.

Es normal tener molestias y perder algo de sensibilidad en la zona donde se ha producido la intervención, en ambos casos estas molestias desaparecerán con el paso del tiempo.

No obstante, hay un efecto secundario que es muy frecuente cuando se extraen los ganglios de la axila: el linfedema.

Para evitar el linfedema, existen unas medidas de prevención que se inician después de la operación con un programa de ejercicios respiratorios y movilidad de la mano y del brazo afectado.