Uno de los posibles efectos secundarios de la extirpación de los ganglios linfáticos axilares es la aparición del linfedema. Se trata de una hinchazón en el brazo y la mano del lado de la intervención que puede ir acompañado de rigidez, dolor y pérdida de movilidad.

En la mayoría de las mujeres, el linfedema causa molestias pero no discapacidad.